En un pueblo de la costa italiana vivía un chico enamorado de su ropa interior. Se pirraba por olerse los calzoncillos, los calcetines, incluso las bragas de su padre y los tangas de su madre. Un día se dio cuenta de que sus Abanderado parecían de cartón, por lo que se fue a una tienda cercana para renovarse. Llegó a "Toba's" y lo recibió una preciosa rubia con un buen par de…
… tetas, lo que se dice bien puestas. Le dice: "¡Buenos días! ¿Qué desea?" "Venía en plan, por ropa interior que no sea de cartón ya que suele ser muy incómoda". La chica, toda sorprendida, le dice que nunca tuvo de eso, que lo que le puede ir muy bien, cómodo, atractivo y seductor, puede ser un tanta de leopardo, una para que no se te dispare el rabo y otra para no olvidar el color del cartón…
… de tus calzones de leopardo que son bien feos y mientras el se tocaba las pelotas, pensaba si algún día le podría tocar la lotería…
… El problema fue que lo único que le tocó fue el bingo de la ACIA un día en el Chícaro. Después de esto, se gastó todo su premio en el Alimerka de la gene de arriba, básicamente en desodorantes y latas de fabada Litoral. Arruinado, enganchado a todo tipo de drogas duras y operaciones de estética, cambió su apariencia física hasta parecerse a celebrities tipo Ambar o Yola Berrocal. Unos días más tarde, paseando por la Curva de los Negros, un cazatalentos lo fichó para trabajar en la próxima película porno gay protagonizada junto a Ortega Cano y Raquel Mosquera.
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